Pulpo Desde El Espacio

Este artículo se publicó originalmente en inglés como “Outer Space Octopus?” Nuevamente, gracias a Karem N. por su ayuda para traducir estos artículos.

Este podría ser uno de los temas más inusuales pero entretenido que he cubierto en estas páginas. Un grupo de más de veinte científicos evolucionistas han propuesto una de las ideas posiblemente más extrañas y menos científicas de la historia de la ciencia. En un intento por explicar lo que se conoce como la Explosión Cámbrica, estos científicos han propuesto, en la revista Avances en biofísica y biología molecular, revisada por una junta directiva escolar, que la vida fue enviada aquí por una raza alienígena desconocida, muy lejos de nuestra perspectiva. Este artículo intentará explicar por qué esa perspectiva es completa basura. El artículo que mencioné arriba es largo. Contiene diecinueve encabezados principales y tres apéndices, así que no intentaré cubrirlo en su totalidad. En su lugar, extraeré algunas de las afirmaciones más extrañas y notables del artículo y las examinaré.

Antes de continuar, debemos aclarar cuán importante es realmente la publicación de este artículo. Avances en biofísica y biología molecular es una revista revisada por una junta directiva de expertos. Esto significa que no cualquier artículo es publicado. Una vez recibido un artículo para ser sometido, la revista envía una copia a los expertos en las áreas cubiertas por el artículo. Estos expertos revisan el artículo y luego lo devuelven con una aprobación, desaprobación o con sugerencias. Ningún artículo se publica en una revista revisada por una directiva escolar a menos que los expertos en el campo lo firmen. Ten esto en cuenta mientras discutimos este artículo.

Una de las primeras refrescantes y honestas afirmaciones del artículo es que la tierra, como la describe la teoría de la evolución, habría sido inhóspita para la vida. “Las condiciones que probablemente habrían prevalecido cerca de la superficie plagada de impactos de la Tierra,  4.1–4.23 billones de años atrás, eran de temperatura muy altas para que las moléculas orgánicas simples sobrevivieran y más aún que evolucionaran hacia la complejidad viviente.”  Sin duda, otros evolucionistas aullarán con consternación ante esta afirmación, pero es científicamente correcta. Sin embargo, los autores del artículo sacaron conclusiones erróneas de esta idea. En lugar, concluyen que la vida debe haberse formado en el espacio exterior.

Los autores dejan claro que no están rechazando la evolución en absoluto, a pesar de que algunos de sus críticos piensan lo contrario. “En realidad, consideramos que ciertos aspectos mecanicistas del pensamiento neo-Darwiniano y de la Genética Poblacional son invaluables en la investigación biomédica y la medicina clínica…” Los autores citan algunos ejemplos que tienen poco que ver con la evolución. No obstante, poco después, hacen una admisión increíblemente honesta sobre la pregunta de los orígenes “Sin embargo, reconocemos que todo el tema de los ‘mecanismos evolutivos’ es, como las creencias políticas, ambos complicados, y es un tema caliente del discurso social y cultural – ciertamente en todas aquellas áreas fuera de la investigación científica normal.” Esencialmente, el origen de la vida está fuera del ámbito de la ciencia. El hecho de que esta afirmación se haga en una revista científica revisada por una junta de expertos es asombroso.

El artículo luego refiere que los virus fueron las primeras formas de vida en la tierra. Esto es irónico, ya que los científicos ni siquiera están de acuerdo en que los virus están vivos. Esto lo proponen por varias razones, una de las cuales son las diferentes formas de replicación. Los virus a menudo pueden habitar múltiples huéspedes y replicarse de muchas maneras. Sin embargo, esta afirmación es ridícula porque los virus requieren huéspedes específicos para sobrevivir, o simplemente período de hospedajes. El artículo trata de terminar con esto, afirmando que la vida en la tierra y la evolución cósmica de los virus están unidas de alguna manera. La falta de evidencia científica para esto solo es superada por la afirmación verdaderamente salvaje hecha más adelante en el artículo.

Como si lo absurdo que involucraron en los virus no fuese suficiente, estos científicos llevan lo extraño al siguiente nivel, al afirmar que el pulpo fue enviado a la tierra desde el espacio exterior. “Una explicación plausible, en nuestra opinión, es que los nuevos genes son probablemente nuevas importaciones extraterrestres a la tierra, más plausiblemente como un grupo ya coherente de genes en funcionamiento dentro de (digamos) huevos de pulpo fertilizados crio-conservados y protegidos por matriz”. Esa frase apesta a la desesperación que nace de saber que has perdido y no puedes hacer nada para evitar que la derrota se haga pública. Afirmar que los huevos de pulpo cayeron mágicamente del cielo sobre la tierra es como afirmar que Plutón es secretamente hecho de queso azul. No hay un fragmento de evidencia científica que apoye ninguna de las afirmaciones. Excepto que los evolucionistas quieren que creamos que su reclamo es ciencia.

Los evolucionistas se burlan de los creacionistas porque estos requieren fe como parte de su cosmovisión. De alguna manera, no logran ver la ironía deslumbrante de que algunos de los suyos reconocen que la vida no podría comenzar en la tierra sin un diseñador, y por lo tanto están sacando el problema del mundo. Esto es deshonestidad moral e intelectual y cobardía. Tienen miedo de enfrentarse al panorama de un diseñador y se niegan a admitir la posibilidad de que estén equivocados ante el público. Esta teoría del “pulpo desde el espacio” simplemente proporciona una prueba más de lo absurdo del dogma evolutivo, y lo lejos que irán para evitar tener que enfrentar la realidad de un Creador.